Cómo Preparar La Aplicación Del Sermón

Aug 18, 2022

Introducción

Cuando apenas comenzaba a predicar, cometía un gran error en la mayoría de los sermones que predicaba. No fue algo catastrófico, pero ahora me doy cuenta de que mi error ciertamente dejó a mis oyentes sintiéndose bastante frustrados. En este blog te voy a compartir cuál fue mi error, cómo lo corregí y cómo puedes evitarlo cuando tú prediques.

Hola, qué tal mi condiscípulo, bienvenido a la página de este ministerio. Este ministerio es para personas que quieren aprender cómo estudiar la Biblia de manera correcta, cómo compartir la Biblia de manera efectiva y cómo liderar de manera bíblica. Si eso te interesa, estás en el lugar correcto.

Recurso Gratis Para Ti

Antes de entrar en la enseñanza, quiero decirte que he preparado un recurso gratis que te quiero regalar. En este recurso te comparto los mismos bosquejos de dos de mis sermones que prediqué y los videos de cuando los prediqué en mi iglesia. Además, este recurso incluye mi enseñanza, “Cuidado Con Las Ardillas,” en la cual te comparto un consejo práctico e importante para mejorar como predicador. Haz clic aquí o visita marioescobedo.com/recursosgratis para obtener este recurso gratuito.

Ahora sí, la enseñanza. Puedes ver el video o desplazar la página para continuar leyendo el blog.

Enseñanza

Pues así es. Cuando comencé a predicar, cometí un gran error en la mayoría de los sermones que prediqué y estoy seguro de que frustró a mis oyentes. Fue un error inocente, pero aun así fue un error. Me di cuenta de mi error cuando estaba haciendo coaching a un pastor amigo mío sobre cómo mejorar su predicación.

Cuando comencé a predicar, hacía un excelente trabajo de decirle a mi oyente QUÉ hacer y POR QUÉ debería hacerlo. Lo que descuidé – y este fue mi gran error – fue decirles a mis oyentes CÓMO hacer lo que les estaba animando a hacer. ¿Y sabes qué? Lo que mis oyentes necesitaban más que nada era que yo les explicara CÓMO hacer lo que la Biblia les decía que hicieran. Por eso digo que los dejaba frustrados.

No Soy El Único :)

Ahora, he escuchado muchos sermones y muchos predicadores en mi vida. Y he descubierto que no soy el único que comete este error. De hecho, me atrevería a decir que la mayoría de los predicadores explican mucho el QUÉ y el POR QUÉ, pero muy poco explican el CÓMO. No hay nada de malo en explicar qué y por qué; de hecho, es absolutamente necesario. Pero lo que queremos como predicadores no es solo transferir información de la Biblia. Queremos que nuestros oyentes VIVAN sus vidas de acuerdo con lo que está en la Biblia. La única forma que podrán lograr eso es si les explicamos claramente CÓMO hacerlo.

Ves, descubrí que, como predicador, una de mis principales responsabilidades es conectar los puntos para mis oyentes. Necesito ayudarlos a conectar la verdad de las Escrituras con CÓMO se ve esa verdad en su vida diaria. La forma de hacerlo es dedicar tiempo en mi sermón a explicar el CÓMO.

Corrigiendo Mi Error

Entonces, ¿cómo corregí este error? En realidad, fue bastante fácil de corregir. Durante el tiempo de preparación de mi sermón, me imaginaba a uno de mis oyentes sentado en la iglesia mientras yo predicaba. Ahora, en mi mente, esta persona quería honrar a Dios con su vida. O sea, realmente quería agradar a Dios. Entonces, mientras formulaba la idea principal de mi sermón, me imaginaba a esta persona levantando la mano y preguntando:

“Sí, pastor, está bien, pero ¿cómo? ¿Cómo hago lo que me dices que debo hacer?”

Durante el tiempo de preparación de mi sermón, cada vez que formulaba un punto o principio importante, me detenía y simplemente me preguntaba: "Sí, pero ¿cómo?" Déjame darte algunos ejemplos.

Ejemplo #1

Una vez prediqué una serie titulada “5 Hábitos Que Te Impulsan De Seguidor A Discípulo”. Uno de los hábitos de los que hablé fue compartir tu fe con personas que no conocen a Jesús. La idea principal de ese sermón fue:

“Jesús espera que sus discípulos actuales le traigan nuevos discípulos”.

Esto es lo que desafié a mi oyente a hacer:

“Comparte el mensaje de Jesús con un amigo no creyente antes del fin de este año”.

Ahora, el viejo Mario solo habría pensado: “Ellos saben a lo que me refiero. Ya sabrán qué hacer”. Pero como el nuevo Mario que había corregido su error, hice una pausa y pregunté:

“Sí, pero ¿cómo? ¿Cómo podría mi oyente compartir el mensaje de Jesús con un amigo no creyente antes de que finalice este año?”

Y aquí está el CÓMO que expliqué a mis oyentes:

  1. Ora por esa persona todos los días
  2. Fortalece tu amistad con esa persona
  3. Busca maneras prácticas de servir a esa persona
  4. Cuando sea apropiado, habla sobre temas espirituales
  5. Presenta el mensaje de Jesús cuando el Espíritu Santo lo indique

Ahora hubo bastante explicación que presenté para cada uno de estos pasos. Pero pasar tiempo en el sermón para explicar el CÓMO fue lo correcto. En lugar de simplemente decirles a mis oyentes qué hacer y por qué deberían hacerlo, les di un plan, un CÓMO que podían seguir, para asegurarse de que estaban viviendo el principio bíblico que les estaba presentando.

Explicar CÓMO no siempre tiene que ser un proceso de cuatro o cinco pasos. A veces puedes presentar solo dos o incluso una cosa que tu oyente puede hacer para vivir el principio bíblico que presentas en tu sermón.

Ejemplo #2

Por ejemplo, prediqué una serie titulada "Juntos Somos Mejores.” Para uno de los sermones, prediqué sobre Sansón en Jueces 16. La idea principal del sermón fue:

“Si no mantienes tu conexión al Cuerpo, vas rumbo hacia la muerte espiritual”.

Esto es lo que animé a mis oyentes a hacer:

“Rodéate de personas que te ayuden a mantenerte espiritualmente conectado y creciendo”.

Una vez más, durante el tiempo de preparación de mi sermón, hice una pausa para imaginar a mi oyente levantando la mano y diciendo: “Bueno, ese es un gran consejo, pastor, pero ¿cómo? ¿Cómo me rodeo de personas que me ayuden a mantenerme conectado espiritualmente y creciendo?” Entonces, me tomé el tiempo de preparar el CÓMO que compartiría con mis oyentes.

En este caso, el CÓMO fue bastante simple. Dije: “Quizás te estés preguntando cómo rodearte de personas que te mantendrán espiritualmente conectado y creciendo. Bueno, la forma en que lo hacemos en nuestra iglesia es a través de un ministerio que llamamos Grupos de Vida”. A partir de ahí, pasé a explicar CÓMO estar en un Grupo de Vida te ayudará a mantenerte espiritualmente conectado y creciendo. Luego me aseguré de explicar cómo cualquier persona puede unirse a uno de los Grupos de Vida de nuestra iglesia.

Siguiendo Mi Propio Consejo

Ahora, voy a seguir mi propio consejo aquí. No solo te voy a decir lo que debes hacer y por qué debes hacerlo, sino que también te voy a decir CÓMO hacerlo.

¿Cómo formulas el cómo de tus sermones?

Bueno, la mejor manera que he descubierto es simplemente describir lo que haces personalmente para aplicar el principio bíblico del que estás hablando en tu sermón. Después de todo, ya deberías estar haciendo lo que les pides a tus oyentes que hagan. Si es algo que tú mismo no estás haciendo, entonces no les pidas a tus oyentes que lo hagan.

Cuando compartí con mis oyentes CÓMO compartir el mensaje de Jesús con un amigo no creyente, básicamente les estaba diciendo CÓMO lo hago yo. Ahora, no estás tratando de decirles que eres perfecto y que tu manera es la mejor o la única manera. Para nada. Pero, como su líder espiritual, deberían poder aprender de ti cómo vivir principios espirituales.

No solo eso, sino que cuando les dices a tus oyentes cómo le haces tú, también puedes compartir con ellos las trampas, las luchas y los obstáculos que enfrentaste y que ellos podrían enfrentar también. Luego puedes compartir con ellos cómo superar esos obstáculos.

Así que déjame animarte a hacer algo. Al preparar tu próximo sermón, detente en los puntos clave y pregúntate: “Sí, pero ¿cómo?”. Al predicar el sermón, comprométete a pasar tanto tiempo explicando el CÓMO, como el qué y el por qué.

Verás que tus sermones impactarán bastante a tus oyentes y ellos sabrán CÓMO vivir de acuerdo con lo que la Biblia espera de ellos.